Pueblos Mágicos de Jalisco: los 12 destinos imperdibles de arte, historia y naturaleza ¿cuántos conoces?
Jalisco es una tierra de riqueza cultural, de arte, paisajes y naturaleza, sin embargo, de los 125 municipios que tiene 12 destacan por esta razón
En el corazón de Jalisco existen 12 pueblos que parecen suspendidos en el tiempo, cada uno abrazando un encanto propio. Son más que destinos; son versos vivos, latidos de historia, arte y naturaleza.
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Entre pinceles, piedras y agaves: qué hacer en los Pueblos Mágicos de Jalisco
Ajijic, con su espíritu bohemio a orillas del lago de Chapala, invita a caminar entre galerías y atardeceres que pintan el alma.
En Lagos de Moreno, cada calle empedrada y edificio colonial narra epopeyas antiguas bajo la mirada de la catedral.
Mascota ofrece verdes caminos para quien busque perderse entre montañas y hallar su reflejo en lagunas escondidas.
Mazamitla, la llamada “Suiza Mexicana”, se abre a la aventura: cabalgatas, tirolesas y cabañas entre pinos eternos.
San Sebastián del Oeste, antiguo emporio minero, guarda el misticismo de sus casonas y la promesa de cielos infinitos desde la Sierra de la Bufa.
San Pedro Tlaquepaque vibra en colores de artesanía, en el clamor de mariachi bajo el histórico Parián, donde el arte y la música se abrazan.
¿Cuáles pueblos mágicos de Jalisco abrazan los senderos de la fe?
Tapalpa canta en murmullos de pinos y neblina; su Cerro de la Campana es llamado por aventureros y soñadores.
Talpa de Allende, con su misticismo serrano, es peregrinaje de fe entre montañas doradas por el sol.
Tequila, donde la tierra huele a agave y a historia líquida, deslumbra con sus destilerías y campos azules, un patrimonio que se bebe y se siente.
Sayula perfuma sus calles de historia y tradición culinaria: el dulce de cajeta, los portales antiguos, la hospitalidad.
En Cocula, cuna del mariachi, la música brota de las piedras y la gastronomía llena los patios coloniales de sabores vibrantes.
Temacapulín, pequeño en tamaño pero inmenso en alma, ofrece baños termales, senderismo y paisajes que sanan la mirada.