La increíble razón por la que no puedes morir en esta zona de Noruega

En las gélidas regiones del Ártico, donde el sol apenas asoma durante algunos meses del año, se encuentra Svalbard, un archipiélago noruego que guarda un misterio intrigante: la prohibición de morir. Aunque esta afirmación pueda sonar exagerada, las condiciones extremas de este lugar han llevado a establecer regulaciones muy particulares en torno a la vida y la muerte.

Svalbard, un conjunto de islas situado más cerca del Polo Norte que del resto de Europa continental, es el escenario de esta peculiaridad. A pesar de que no existe una prohibición expresa de morir o nacer, las autoridades han impuesto restricciones significativas a los entierros y nacimientos en la región.

La principal razón detrás de estas restricciones se encuentra en el permafrost, una capa de suelo permanentemente congelada que cubre gran parte del archipiélago. Debido a las bajas temperaturas extremas, los cuerpos enterrados en el permafrost no se descomponen de manera natural, sino que se conservan en un estado casi inalterado.

El permafrost se forma cuando la temperatura del suelo se mantiene por debajo de 0°C durante al menos dos años consecutivos. En Svalbard, esta capa de suelo congelado se encuentra a poca profundidad, lo que dificulta la excavación y aumenta el riesgo de desestabilización del terreno.

La conservación de los cuerpos en el permafrost plantea varios riesgos para la salud pública. Al no producirse la descomposición natural, los patógenos y virus presentes en los cadáveres pueden permanecer latentes durante siglos. Esto podría dar lugar a la reemergencia de enfermedades infecciosas, como ocurrió en la década de 1990 cuando se descubrieron restos de virus de la gripe española en cuerpos exhumados.

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