En un giro inesperado del destino, un perro callejero ha encontrado no solo un hogar, sino también una oportunidad laboral en la bulliciosa terminal de autobuses de Acapulco. El can, se ha convertido en una figura entrañable en la Central de Autobuses ubicada sobre la avenida Ejido.
Hace dos años, un lomito llegó a la terminal buscando refugio. Con su carisma y lealtad, poco a poco se ganó el cariño de empleados y transportistas, quienes decidieron adoptarlo como un miembro más de la comunidad. En un gesto conmovedor, el perrito recibió un gafete que lo acredita oficialmente como “aplana calles” y “supervisor de ruta”.
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El peculiar nombre que le pusieron al perrito
El perrito fue nombrado como “Negro” y no solo recibe agua y comida a diario, sino que también ha asumido responsabilidades dignas de su nuevo estatus. Con una vigilancia atenta, se asegura de que los pasajeros suban y bajen de los autobuses de manera segura, demostrando así su compromiso con su labor y su comunidad adoptiva.
La conmovedora historia de Negro se ha viralizado en redes sociales, capturando los corazones de personas de todo el mundo. Este fiel amigo de cuatro patas ha demostrado que, con un poco de amor y oportunidad, incluso los más inesperados pueden encontrar su lugar en el mundo.
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