El abrazo del sueño: ¿Por qué dormimos mejor cuando estamos con nuestra pareja?
Esa sensación de seguridad, el calor compartido y el ritmo acompasado de la respiración... Dormir en pareja no solo es un gesto de amor, sino que también podría ser el secreto para un sueño más profundo y reparador.
El sueño es un acto tan natural como respirar, pero su calidad depende de muchos factores. Desde la temperatura del cuarto hasta el nivel de estrés acumulado en el día, todo influye. Sin embargo, hay un ingrediente poco mencionado que puede hacer la diferencia entre un sueño ligero e interrumpido y un descanso profundo y reparador: dormir junto a la persona que amamos.
Quienes comparten la cama con su pareja suelen reportar una mejor calidad del sueño, menos despertares nocturnos y una sensación general de bienestar al despertar. Pero ¿por qué ocurre esto? A continuación, exploramos los factores físicos, emocionales y psicológicos que explican este fenómeno.
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¿El amor tiene un efecto sedante?
Sí, y todo se lo debemos a nuestras hormonas. El contacto físico, como abrazar o simplemente sentir la presencia de nuestra pareja, libera oxitocina, también conocida como la “hormona del amor”. Esta sustancia no solo fortalece el vínculo emocional, sino que también ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Menos estrés significa un sistema nervioso más relajado, una frecuencia cardiaca estable y una mente menos inquieta, lo que se traduce en un sueño más tranquilo y prolongado.
¿La sincronicidad del sueño en la pareja es real?
Cuando dormimos con nuestra pareja, nuestros cuerpos comienzan a sincronizarse de maneras sorprendentes. Los ritmos de respiración y frecuencia cardiaca tienden a acompasarse, generando una armonía biológica que promueve un descanso más reparador.
Estudios han demostrado que cuando las parejas duermen juntas, pasan más tiempo en la fase de sueño REM, crucial para la memoria, el aprendizaje y el bienestar emocional.
¿La seguridad que sentimos al estar con nuestra pareja influye en el descanso?
Desde tiempos ancestrales, dormir acompañado ha representado protección y seguridad. A nivel subconsciente, nuestro cerebro asocia la presencia de nuestra pareja con un entorno seguro, reduciendo la necesidad de estar en alerta.
Este sentimiento de protección disminuye las interrupciones del sueño y permite que nuestro organismo entre en un descanso profundo sin la preocupación constante de posibles amenazas.
¿Es mejor dormir abrazados o separados para un mejor descanso?
Aunque el contacto físico es importante, cada pareja tiene su propio ritmo. Algunas prefieren dormir entrelazadas, mientras que otras optan por un poco de espacio. Lo crucial es encontrar la posición en la que ambos se sientan cómodos y relajados.
Curiosamente, estudios han encontrado que incluso si una pareja duerme en posiciones separadas, la proximidad sigue generando los mismos beneficios, ya que el cerebro percibe la cercanía y se relaja de igual manera.
Más allá de la comodidad, dormir con nuestra pareja es una experiencia que fortalece el vínculo emocional, reduce el estrés y mejora la calidad del descanso. La ciencia lo confirma: el amor no solo se siente, también se duerme.
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