Una tragedia fue confirmada por el Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica, debido a que se dio a conocer que un hombre de 57 años perdió la vida luego de haber sido mordido por un murciélago en el municipio de Santa María Yucuhiti, en el estado de Oaxaca. La causa del deceso se trató del virus de la rabia.
“De acuerdo con la Dirección General de Epidemiología que sesionó y evaluó los resultados del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos, el Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica confirmó este 21 de noviembre que la causa de defunción de una persona del sexo masculino de 57 años de edad, originario del municipio de Santa María Yucuhiti, el pasado 3 de octubre, es positiva a rabia por mordedura de murciélago”, dijeron las autoridades.
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Hombre muere por rabia tras ser mordido por un murciélago: Ignoró los primeros síntomas
La dependencia destacó que el hombre no acudió a recibir atención médica al inicio de los síntomas.
De acuerdo con las autoridades, la situación se agravó luego de que el hombre no haya buscado atención médica cuando los primeros síntomas comenzaron a manifestarse, a lo que el hombre decidió dejarlo pasar y esto provocó que el virus se propagará. Por lo que finalmente tuvo que ser hospitalizado en una clínica de la ciudad, donde más tarde se confirmó su fallecimiento, esto a causa de un paro cardiorrespiratorio.
¿Cuáles son los síntomas de la rabia en humanos?
La rabia es una enfermedad viral grave que afecta el sistema nervioso central y tiene una progresión rápida. Si no se trata a tiempo, es casi siempre fatal. Por lo que en caso de recibir la mordedura de un animal, es importante revisarse en una clínica para descartar escenarios. Los síntomas pueden manifestarse desde días después del incidente, hasta algunos meses más adelante.
En el caso de los humanos, esta tiene dos etapas de síntomas: prodromal y aguda:
Etapa prodromal, fiebre, malestar general, dolor de cabeza, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, diarrea, hormigueo, adormecimiento, picazón o quemazón en la zona de la herida.
Etapa aguda: Inquietud, confusión, alucinaciones, delirio, babeo excesivo, miedo intenso al agua, dificultad para tragar, contracciones involuntarias de los músculos, especialmente en la garganta y el cuello, debilidad muscular progresiva que puede llevar a la parálisis completa.
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