El pasado 3 de enero, un grupo de migrantes, compuesto por siete hombres y una mujer, fueron rescatados de estar a la deriva a 198 millas náuticas al norte del puerto de Progreso de Castro, en el estado de Yucatán.
El buque mercante Catherine-Grace, que se dirigía hacia Estados Unidos, avistó a los migrantes y brindó asistencia a los náufragos, para posteriormente notificar a la Guardia Costera estadounidense. Sin embargo, las aguas donde se encontraban los migrantes, pertenecían a territorio mexicano.
En respuesta, la Secretaría de Marina (Semar) desplegó una patrulla costera equipada con personal especializado en rescates y un equipo de Sanidad Naval.
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¿Cuál fue el estado de salud de los migrantes?
Una vez en tierra firme, los migrantes recibieron atención médica de emergencia. Los exámenes médicos descartaron complicaciones que pudieran poner en peligro sus vidas, pero se detectaron signos de deshidratación y hambre, producto de más de dos días a la deriva en el mar, luego de zarpar de Cuba.
Posteriormente, se les trasladó al puerto de Progreso, quedando bajo la salvaguarda del Instituto Nacional de Migración (INM) para la realización de los trámites migratorios correspondientes.
¿Cuáles son los peligros en la ruta del Golfo?
La migración es un fenómeno global que genera una serie de impactos tanto en los países de origen como en los de destino. Estos efectos pueden ser tanto positivos como negativos y varían dependiendo de diversos factores.
La ruta migratoria más común desde Centroamérica hacia Estados Unidos es a través de México, tal como lo es la ruta del Golfo de México, una de las vías más utilizadas por los migrantes. Sin embargo, esta ruta es sumamente peligrosa debido a las condiciones climáticas adversas y la presencia de embarcaciones precarias.
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