El joven de 18 años fue identificado como Salvador Ramos, quien también era residente de Uvalde, un pueblo ubicado a 135 kilómetros de la ciudad de San Antonio. El mismo perdió la vida tras enfrentarse a la policía de la escuela, donde dos elementos de la policía fueron alcanzados por las balas pero se encuentran estables según el gobernador de Texas, Greg Abbot.
Lamentablemente, las víctimas de este fatal hecho fueron alumnos de 2°, 3° y 4° grado con edades comprendidas entre los siete y 10 años de edad. También se reportó el fallecimiento de dos profesoras, víctimas de Ramos. Aunque el motivo de este tiroteo aún no está claro, la policía ha mencionado que Ramos actuaba solo, por lo que no se buscan más sospechosos.
El joven chocó su vehículo en una zanja a unos metros de la Robb Elementary School donde comenzó a disparar; según un medio local, el 90% de los alumnos son de origen latinoamericano y el 87% de los estudiantes son de familias desfavorecidas.
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¿Quién era Salvador Ramos?
El Gobernador del Estado, Abbot, mencionó que Ramos era residente de Uvalde y estudiaba en una secundaria cercana a la escena del crimen. Según la policía, testigos de los hechos, observaron cómo el joven que portaba un chaleco antibalas, salió de un vehículo accidentado con un rifle y comenzó a disparar contra el edificio. Ramos portaba una pistola de mano, un rifle semiautomático AR-15 y cargadores de alta capacidad.
El joven de 18 años de edad perdió la vida tras un intercambio de disparos con elementos de la policía. Fuentes cercanas a la investigación mencionaron a los medios locales que el joven recién había cumplido los 18 años y no tenía antecedentes penales.
Cabe destacar que antes de salir de casa, Ramos disparó en contra de su abuela, quien fue trasladada en estado crítico al hospital.
Uno de los tiroteos más mortíferos
Estos hechos se han registrado como uno de los tiroteos más mortíferos en una escuela de Estados Unidos desde la masacre en la escuela primaria Sandy Hook en Connecticut en diciembre del 2012, donde perdieron la vida 26 personas, entre ellas 20 niños de entre 5 y 10 años de edad.
Además, este fatal incidente ocurre en menos de dos semanas después del tiroteo en un supermercado de Buffalo, Nueva York, donde 10 personas afroamericanos perdieron la vida. Las autoridades han definido este hecho como un crimen de odio.
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