Sentencian a hombre que envenenó a los perritos Athos y Tango

El pasado 13 de junio del año 2021, Athos y Tango, dos perritos rescatistas de la Cruz Roja de Querétaro murieron tras ser envenenados. El responsable de su muerte les arrojó salchichas envenenadas cuando los lomitos se encontraban en su propia casa. Tras los hechos, la Fiscalía del Estado comenzó una carpeta de investigación por la muerte de ambos.

Después de aproximadamente un año, el hombre acusado de matar a los perritos rescatistas de nombre Benjamín “N"fue declarado culpable por el delito agravado contra ambos animales. Se espera que se le otorgue una sentencia condenatoria con una pena mínima de 10.5 años y una máxima de 18 años de prisión . “Las pruebas fueron suficientes y tenemos un fallo de condena. Los argumentos son suficientes y será en una pequeña audiencia donde se emita el debate del tiempo de la sentencia, esto según el juez”, mencionó la abogada.

Este es un hecho histórico, pues es el primer juicio en el país por maltrato animal que llega a una audiencia final. Este caso es considerado como un referente para enviar un mensaje a la sociedad sobre las consecuencias del abandono y maltrato animal en México.

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Este momento histórico se llevó a cabo los días 16, 17, 18 y 19 de agosto del presente año en Querétaro, tras el asesinato de Athos y Tango. Después de una larga espera y audiencia, el imputado fue declarado culpable tras la testificación de elementos de la Cruz Roja Nacional, directores de Protección Civil de Querétaro, veterinarios, entre otros. ¡Estos lomitos por fin obtuvieron justicia!

Según elementos de la Cruz Roja, Athos era un Border Collie de aproximadamente cuatro años de edad, el cual estaba especializado en labores de búsqueda y rescate, estaba certificado internacionalmente por la Organización Internacional de Perros de Búsqueda y Rescate. Su labor fue especial, pues participó en la búsqueda de personas tras el sismo del 19 de septiembre del 2017 en la Ciudad de México.

Tango era un perro de raza pequeña Yorkshire, el cual se desempeñaba como un lomito de asistencia emocional, según sus cuidadores, tenía un carácter dócil y gentil, apoyo a personas con traumas, alto nivel de estrés y ansiedad tras vivir un suceso trágico en sus vidas.

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