La pérdida de un familiar es un momento doloroso para cualquiera y más cuando se trata de alguien cercano, sin embargo, la vida tiene que seguir y rápidamente debes tocar algunos temas delicados tras la muerte de la persona en cuestión.
Uno de esos temas son las deudas que haya dejado en vida, para averiguar cómo se puede proceder ante la eventual muerte. Además, también se recomienda que verifiques si dejó algún trámite pendiente.
Aunque muchas personas creen que al morirse todo se cancela en automático (deudas, trámites, etc), la realidad es que esto no funciona así y a continuación te explicamos todo lo que sabemos sobre las deudas con el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
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¿Se cancelan las deudas con el SAT si una persona muere?
Una de las dudas que muchas veces las personas dan por sentado es que las deudas se cancelan en automático. Hay empresas que trabajan de este modo, sin embargo, ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) esto no funciona así y las deudas que haya con ellos no se cancelan, sino que deben ser saldadas.
Cuando una persona muere, continúa existiendo en los registros del SAT, por ello es indispensable que se le notifique a la dependencia que la persona en cuestión falleció.
De acuerdo con el SAT, si una persona muere y tenía alguna deuda con ellos, de alguna u otra manera debe ser saldada. La forma de cobrar la deuda es a través de un cobro en efectivo, de sus bienes, cuentas bancarias o, incluso, la dependencia tributaria puede embargar y rematar los bienes de la persona fallecida.
De esta manera, los familiares de la persona que murió deben averiguar lo antes posible si el fallecido dejó alguna deuda con el SAT, para que esta no aumente y sea saldada en el plazo permitido que suele ser de hasta 45 días.
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