En una guardería de Nueva York, un menor de tan solo un año de edad murió tras inhalar fentanilo. La escuela era solo una fachada para encubrir la actividad principal del lugar, el cual operaba como laboratorio para la fabricación de drogas.
Los hechos ocurrieron el pasado viernes 15 de septiembre en una guardería del Bronx en Nueva York, donde un bebé de un año de edad murió después de haber inhalado fentanilo cuando tomaba su siesta en una guardería que operaba como fachada de un laboratorio de drogas.
Al ver la sobredosis que estaba sufriendo el menor, una de las encargadas de la supuesta guardería no reaccionó de manera inmediata, pues primero informó a sus cómplices sobre la situación y posteriormente llamó a los servicios de emergencia, quienes ya no pudieron hacer nada por el menor. Al menos otros dos menores también sufrieron de intoxicación.
Según el informe de las autoridades, la mujer que ya fue arrestada “perdió minutos preciosos preocupándose por ella misma y los traficantes de drogas, cuando debería haber estado más preocupada por salvar la vida de estos bebés inocentes”.
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¿Cómo fue que el niño se intoxicó con fentanilo? Esto sabemos
Tras recibir la llamada de emergencia, elementos se trasladaron hasta el domicilio de la supuesta guardería, donde encontraron a un bebé de un año de edad en estado crítico, inconsciente y sin respuesta. El menor fue declarado muerto a su llegada al Centro Médico Montefiore.
Además del menor fallecido, otros dos infantes se intoxicaron con fentanilo; un niño que se encuentra en estado grave y la niña en condición estable. Según el reporte de las autoridades, se desconoce cómo fue que los menores se intoxicaron.
Ashwin Vasan, comisionado de Salud de Nueva York, señaló que de alguna manera los tres menores de edad entraron en contacto con una “sustancia poderosa”, la cual se cree que fue fentanilo; por otro hallazgo, cobra fuerza la teoría de que fue por inhalación.
“Ya sea por inhalación, ingestión o contacto con la piel”, declaró el comisionado de salud, mientras que las investigaciones en torno al caso continúan para dar con el paradero de todos los responsables.
Información de Joe Kenny, jefe de detectives de Nueva York, indica que en el inmueble de la supuesta guardería la policía descubrió un kilo de fentanilo en el área destinada para que se durmieran los niños de la estancia infantil. Además, encontraron varios dispositivos para envasar grandes cantidades de droga.
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