La guerra sucia ensombrece las elecciones en Venezuela

Primero, la dictadura de Nicolás Maduro, que manipula a su antojo al Tribunal Supremo Nacional, inhabilitó a la líder opositora, María Corina Machado. Lo siguiente fue bloquear el voto de los venezolanos que lograron abandonar el país, para que no puedan sufragar a favor de la coalición Plataforma Unitaria Democrática.

De 4 millones de ciudadanos elegibles en el extranjero, la dictadura socialista sólo permitirá que 69 mil, o menos, participen en el proceso electoral.

“A mí me hubiese gustado poder tener la foto este 28 con el dedo marcado de tinta y no lo voy a tener”, dijo Alejandro Méndez, venezolano radicado en Colombia.

El objetivo es provocar desilusión y de paso evitar que con los votos desde el exterior la clara ventaja de la oposición no crezca aún más.

“No se trata solamente de restar votos a la oposición, sino de restarle poder a este hecho político que se está gestando”, mencionó César.

Y es que al gobierno de Nicolás Maduro parece haberle salido el tiro por la culata. Pensó que al inhabilitar a Machado se le acababa el problema. Pero el remedio le salió más caro que la enfermedad.

Porque el candidato suplente, Edmundo González, ya lo aventaja hasta por más de 40 puntos en las últimas encuestas.

“Vamos a ganar un país de respeto, en el que todos son tomados en cuenta y nadie se impone sobre otro”, dijo Edmundo González, candidato de la coalición Plataforma Unitaria Democrática.

La nueva estrategia de la dictadura socialista es cerrarle los negocios o tomar represalias directas contra los ciudadanos que apoyen la campaña de González y la oposición. Todo en un país donde la gran mayoría de la gente vive con el equivalente a 5 dólares mensuales.

Mientras su presidente, peleado a muerte, igualito que otros contra el imperialismo y la oligarquía, presume sin reparo su nuevo celular de más de mil 700 dólares.