Conoce los hábitos que te harán bajar de peso sin que te des cuenta

Es bien sabido que el “plato del buen comer” y la guía de un profesional en nutrición así como el acompañamiento de un médico general ayuda mucho a tener un buen estado físico y estar en el peso y talla idóneos, así como hacer ejercicio, beber mucha agua, ingerir frutas y verduras en la semana, y no dejar cítricos , betabel ni ningún otro alimento que no siempre nos gusta fuera de la dieta, aunque sea una vez a la semana.

No obstante, no todo es sólo eso o la buena herencia que tus padres te hayan dejado en tu ADN, también hay algunos hábitos sencillos que pueden mejorar tu calidad de vida y hasta dejarte con algunos kilos de menos.

Ya lo ha demostrado durante años la dieta mediterránea y los europeos, lo primero de todo es comer sin temor a engordar, (y esto no quiere decir que vivamos de alimentos procesados, comida rápida o llena de pan), es decir, sin relegar ningún alimento de nuestra dieta, a menos que sea por indicación médica por alguna condición de salud; así como, mantener horarios regulares para alimentarnos y no creer que “no comer” es igual a “adelgazar”.

Por lo que, dicho esto y dar un redoble de tambores, presta atención a estos hábitos para bajar de peso:

Descansar es vital para nuestro organismo, ya que es cuando el cuerpo tiene tiempo de que el cerebro almacene, procese y codifique la información de lo que pasó hoy; por otro lado, durante esta parte del “ciclo circadiano de sueño y vigilia”, el ritmo del corazón, irrigación sanguínea y respiración cambian, dejando que otros órganos que durante el día no reciben tanta sangre oxigenada la posean, incluso, algunas partes de nuestro cuerpo, como el hígado sólo pueden generar ciertas sustancias que nos ayudan a restablecernos cuando dormimos de noche, (o en un entorno oscuro).

Es por ello que los expertos recomiendan dormir entre 6 y 8 horas, lo que hará que conserves buena energía y evites buscar azúcares, carbohidratos o cafeína para mantenerte activo, y a su vez, evitará que estos alimentos te hagan subir de peso.

El alcohol además de deshidratar, inflama, lo que provoca una irónica retención de líquidos y también irritaciones estomacales que pueden afectar el procesamiento de los alimentos deglutidos y su correcto desdoblamiento, es decir, en español, te hinchas por beber, pierdes líquidos porque sudas más y hasta vomitas y el alcohol se desdobla en azúcares que te hacen además de inflamarte subir de peso.

Los adultos de 18 a 21 años en adelante debemos tomar entre 1.5 a 2.5 litros de agua simple, (ojo, no cuenta el café, jugo, té o refresco en esto), al día, de acuerdo con nuestra masa corporal, tipo de vida y sus actividades, así como el clima de dónde vivimos, esto además de evitar que nos deshidratemos, favorece a que haya menos estreñimiento y problemas de inflamación estomacal.

Alrededor de cada dos horas y media o tres, deberíamos de estar comiendo algo, no obstante, entre comidas no es hacer “otra comida a toda regla”, sino, suplementar de fibra, vitaminas y minerales a nuestro cuerpo, así como de algunas grasas buenas, por lo que se recomiendan “colaciones” de frutos secos, semillas como nueces, cacahuates o almendras, algunas frutas o incluso verdura cocina o licuados de avena con manzana en agua o de papaya con ciruela que te ayudarán a tener una mejor digestión.

Los nutriólogos suelen recomendar hacer tres comidas: desayuno, comida y cena, y dos colaciones en el intervalo del día, así como, preferir cenas tempranas y que la comida más “pesada” o “abundante” esté al mediodía.

Ya dijimos que ningún alimento se debe borrar por completo de nuestra dieta, pero, lo cierto es que eso tampoco significa que todo lo que existe lo debemos comer, un ejemplo de esto, son los lácteos, particularmente la leche, que según expertos, no necesitamos a partir de los 8 años, cuando la demanda de calcio por parte del cuerpo debido al crecimiento acelerado disminuye.

Esto debido a que los lácteos están relacionados al aumento de mucosidades en el cuerpo, (mocos, flemas, etc.), que aumentan la pesadez, dificultad respiratoria y ocasionalmente modifican cuando son ingeridos en exceso el PH de la persona.

Finalmente, aunque sea “obvio”, no debemos olvidar que hacer ejercicio al menos dos veces por semana, procurar caminar 2,000 pasos al día, consumir fibras y evitar los alimentos procesados son otros claros ejemplos de lo que nos puede ayudar a bajar de peso.

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