Seguramente has escuchado frases como: “Si comes pan en la noche, lo almacenarás como grasa” o “Evita los carbohidratos después de las 6 p.m.”. Pero, ¿de dónde viene esta idea? La teoría principal se basa en la creencia de que nuestro metabolismo se ralentiza durante la noche y que los carbohidratos no se queman, sino que se convierten directamente en grasa. Sin embargo, la ciencia nos dice otra cosa, pues según el médico y divulgador Manuel Viso, esto es un completo mito.
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¿El metabolismo se apaga por la noche?
Nuestro cuerpo está en constante funcionamiento, incluso mientras dormimos. Si bien el gasto calórico puede disminuir durante el descanso, no significa que los alimentos que consumimos antes de dormir se conviertan automáticamente en grasa. De hecho, lo que realmente importa es el balance calórico total del día y el tipo de carbohidratos que ingerimos.
¿Todos los carbohidratos son iguales?
Aquí está el verdadero secreto: no es lo mismo comerse una ensalada de quinoa con verduras que un helado doble con topping de caramelo. Existen carbohidratos complejos, como la avena, el arroz integral y las legumbres, que proporcionan energía sostenida y benefician el descanso. Mientras que los carbohidratos simples y ultraprocesados pueden alterar el sueño y favorecer el almacenamiento de grasa.
¿Comer carbohidratos en la noche ayuda a dormir mejor?
Sorprendentemente, ciertos carbohidratos pueden favorecer un descanso reparador. Al estimular la producción de serotonina y melatonina, ayudan a relajar el cuerpo y preparar la mente para el sueño. Por eso, una cena ligera con carbohidratos de buena calidad podría incluso mejorar la calidad de tu descanso.
¿Cuál es la clave para comer carbohidratos sin engordar?
El equilibrio es la clave. Si llevas una dieta balanceada y controlas tu consumo calórico total, comer carbohidratos en la noche no hará que subas de peso. Lo que realmente importa es la cantidad, el tipo y cómo se combinan con otros macronutrientes.
¡No temas a los carbohidratos nocturnos!
No hay razón para satanizar los carbohidratos en la noche. Si eliges los adecuados y mantienes una alimentación equilibrada, no solo no engordarás, sino que podrías mejorar tu descanso y energía para el día siguiente. La próxima vez que te apetezca una tostada de pan integral antes de dormir, disfrútalo sin culpa.
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