Así como lo escuchas, si estás llegando a los 25 años o ya los pasaste, seguramente tu cerebro ya está envejeciendo. Y es que según unos científicos de la Universidad de Lancaster realizaron un estudio que sugiere que el envejecimiento cerebral comienza a una edad bastante joven. Mencionaron que la circulación del fluido del cerebro tiene muchas fluctuaciones que son lentas, pero están interconectadas por los ritmos de respiración y la frecuencia cardíaca por lo que afecta directamente al sistema nervioso.
Fue en estudios anteriores donde se demostró que las fluctuaciones relacionadas con las oscilaciones en el movimiento vascular y la oxigenación de la sangre, por lo que la coherencia de oscilaciones en participantes mayores de 25 años podría deberse al envejecimiento cerebral. Todo esto sucede simplemente al ser el ciclo de la vida, por lo que es esencial saber envejecer sanamente.
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El cerebro, órgano que envejece fácilmente
El cerebro es conocido por controlar todas las funciones del cuerpo humano, por lo que su deterioro tiene un impacto negativo en todo el organismo. Este representa únicamente el 2% del peso corporal, sin embargo, es el principal consumidor de oxígeno y glucosa. A consecuencia de esto, el cerebro tiene una tasa metabólica muy alta y acumula una gran cantidad de radicales libres, responsables de envejecer.
Como lo habíamos mencionado anteriormente, este envejecimiento puede comenzar a los 25 años de edad, destacando que cuando pasa esto ocurren muchas alteraciones en el cuerpo. El cerebro pierde peso y neuronas, al mismo tiempo disminuye la velocidad de transmisión del impulso nervioso. Estas afectaciones aparecen en enfermedades como el párkinson o el alzhéimer.
Todos estos fenómenos que suceden en nuestro cerebro afectan directamente a las neuronas, pues son las células principales del sistema nervioso. Cabe destacar que no todas mueren, muchas permanecen en buen estado, pero esta pérdida implica una menor velocidad de transmisión del impulso nervioso. Nuestro estilo de vida puede deteriorar nuestra actividad cerebral, por lo que los especialistas nos piden mantener buenos lazos sociales.
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