Lo sepamos o no todos padecemos de NOMOFOBIA , (incluso aquellos que no saben ni qué es), porque estar apartados del celular o que éste no tenga conectividad pareciera ser el peor castigo del siglo XXI, lo que nos lleva a estar pegados al conector para cargar el celular o de plano sufriendo por “perderlo “, (y resulte estar en tu casa aunque lo creíste prácticamente robado ).
Eso sí, ni cómo negar que el teléfono sí nos resuelve mucho la vida además de que se vuelve un compañero importante de viaje e incluso una solución súper práctica para poder pagar en línea ya que muchos de nuestra generación cada vez cargamos con menos efectivo… Sin embargo, ¿qué pasa cuando nos roban el teléfono y tenemos activas las aplicaciones de banca en línea?
¿Cuántos mexicanos usamos la banca en línea para pagar transferencias?
Las aplicaciones móviles nos han ahorrado tiempos en traslados para depósitos, pagos y transferencias, así como visitas recurrentes al cajero o guardar el dinero “debajo del colchón”, (o hasta en el congelador), sin embargo, por más populares y fáciles que sean de usar y aunque según la Comisión Nacional Bancaria, más de la mitad de las personas en México que cuentan con algún tipo de servicio digital de banca e incluso el 70% tienen una app en su teléfono… Esto no implica que no haya riesgos.
¿Qué tan seguras son las aplicaciones de banco en el celular?
Vamos a empezar con que en teoría las aplicaciones bancarias son extremadamente seguras desde que comenzaron a pedir biométricos como contraseña, es decir, más allá de los seis a ocho caracteres de una contraseña habitual, ahora la mayoría de bancas en línea te piden alguna otra confirmación extra como reconocimiento facial, huella dactilar o hasta el sonido de tu voz.
Sin embargo, si no activas las contraseñas en dos pasos tu cuenta queda más vulnerable de lo que ya es. Aunque, para abrir la aplicación muchas veces de inicio te piden el CVC de la tarjeta, el número del plástico y hasta un token.
¿Qué hacer si te roban tu celular con la app del banco instalada?
Ojalá nunca te pase, sin embargo, si llegar a suceder que te roban el celular y no supiste dónde cuando ni cómo, puedes llamar al banco por teléfono y pedir que cancelen, bloqueen o restrinjan los servicios de banca digital; lo que en muchas ocasiones también generará que tu dinero quede congelado en tus cuentas porque podrían cancelar todo lo relacionado con esa o esas tarjetas.
Asimismo, los celulares tanto iOS como Android te ofrecen rastrear tu teléfono, bloquearlo y hasta borrar su contenido permanentemente lo que hará que el ladrón no tenga acceso a tus cuentas, aplicaciones, contactos y fotos; aunque probablemente si tu último respaldo no es tan actual pierdas algunas cosas.
Luego, tendrás que ir a tu compañía telefónica para bloquear tu línea y tu equipo, mediante tu número IMEI, (este es el número de identificación del aparato y número asignado que se puede obtener en la caja de tu celular o bien marcando al *#06#*); lo que hará que puedas evitar que el número de teléfono, el equipo y tu dinero o tarjetas puedan ser usados para cosas que no quieras.
Recuerda que lo mejor es nunca dejar tu teléfono a la vista, ni dejarlo en las bolsas traseras del pantalón o abandonado sobre mesas, en tu coche u otro sitio si te retirarás; así mismo, conviene que tengas el teléfono con dos bloqueos o contraseñas de dos o hasta tres pasos.
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