Uno de los símbolos que más caracterizan las fechas navideñas es el famoso árbol de Navidad, es casi tan representativo de la época decembrina como los villancicos o hasta el poner el nacimiento, aunque mucho se ha dicho respecto a esta decoración sobre si es o no cristiana o si incluso lo deberíamos de poner… ¡Y cuándo se debe!
¿Cuándo se pone el árbol de navidad?
Si bien hay muchos ansiosos y entusiastas de la navidad que ponen el arbolito justo después de quitar la decoración por Halloween o Día de Muertos, la realidad, es que en el calendario y la teoría, debería haber un hueco de prácticamente un mes entre adornos, pues el también conocido como “Belén”, (o “nacimiento” coloquialmente dicho), las corona de adviento y el árbol de navidad, debería ponerse el día 8 de diciembre y se mantenerse o bien hasta la llegada de los Reyes, (el día 6 de enero), o hasta el día de la Candelaria, (2 de febrero).
¿Por qué se pone el árbol de Navidad el 8 de diciembre?
En la “Ineffabilis Deus”, es decir, la carta que escribió el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, se declaró esta fecha para el dogma de la “Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María”, marcando en el calendario este día para conmemorarla.
No obstante, el antecedente se remonta un poco más atrás, ya que según cuenta la leyenda a principios del siglo VI San Bonifacio cortó el “Yggdrasil”, (o el “árbol de la vida” de los Celtas), y en su lugar plantó un pino. Hecho lo cual, después procedería a adornarlo con manzanas y velas.
Pese a que las decoraciones pueden sonar extrañas, éstas también tienen un trasfondo, la manzanas representaban el pecado, (la fruta prohibida de Adán y Eva), y las velas eran la luz del redentor, (Jesucristo), que vino al mundo.
Una vez establecida esta práctica, los germanos conversos retomaron la idea para expandir el cristianismo en sus tierras. A través de la guerra y las conquistas, la tradición del árbol de Navidad se expandió por toda Europa hasta llegar al continente americano.
El significado de las decoraciones y el árbol actualmente
El árbol de navidad luego fue referido como una representación del Paraíso, en donde se cuenta que Adán y Eva comieron de los frutos prohibidos, dando origen así, al llamado “pecado original”, y su forma triangular es el símbolo de la Santísima Trinidad, (Dios padre, Dios hijo y el Espíritu Santo).
Se acostumbra poner el árbol en el primer día que se arma la Corona de Adviento y se sugiere por ende usar los colores referentes a esta época litúrgica, es decir: azul para la reconciliación, plata para el agradecimiento, oro por las alabanzas a Dios y verde por la esperanza, (Cristo ha nacido como una vela de esperanza y reconciliación).
Así mismo, las esferas para la religión católica representan los rezos que se realizan durante el período de Adviento. En tanto, la estrella que se coloca en la punta del árbol simboliza la fe que debe guiar la vida del cristiano, (como lo hizo la estrella de Belén a los Tres Reyes Magos).
Finalmente, siguiendo la tradición, el árbol de Navidad debe poseer entre 24 y 28 esferas, de acuerdo con los días que tenga el Adviento, que se van colocando desde el 8 de diciembre y hasta Nochebuena, (24 de diciembre).
¿Sabías todo esto?
¡Ah!, y bueno, antes de que se nos pase, las velas fueron suplidas por los foquitos eléctricos por aquello de evitar los incendios accidentales, aunque, se recomienda que chequen bien sus extensiones navideñas, porque el cuerpo de Protección Civil y Bomberos sigue atendiendo estos desafortunados sucesos por cortos circuitos. Procuremos pues, que la luz del Adviento y la Resurrección nos alcance, pero, sin ver la “luz al final del túnel”, ¿no crees?
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