segundo punto que puede haber consecuencias personales y físicas.
Fanáticos y aficionados, lo primero que definiremos es qué significa cada una de ellas.
Fanático: Apasionamiento y tenacidad desmedida en la defensa de creencias u opiniones, especialmente deportivas, religiosas o políticas.
Aficionado:Se considera aficionado a toda aquella persona que siente afición por algún tipo de espectáculo y asiste frecuentemente a él, en este caso al fútbol. Y es que este deporte genera distintas emociones tanto en los aficionados como en los propios jugadores.
La línea entre cada una de ellas es muy delgada y podría confundirse, un fanático no soporta la idea de una derrota y la frustración podría terminar en una tragedia, se busca algún culpable de la situación como el entrenador, los jugadores, directiva, o el árbitro, difícilmente un fanático aceptará la derrota porque simple y sencillamente el rival fue mejor y los superó.
Lo peligroso en este caso son los detonantes y a la mínima provocación desatan su coraje y enojo. Un hecho mediático y reciente fue durante la final del fútbol mexicano entre las Chivas y Tigres, un sobrino no soportó la burla de su tío y lo asesinó con un cuchillo ( es importante identificar a un fanático, evitar alguna discusión porque nunca podrán soportar o superar la derrota de su equipo). El Fanático convierte a su equipo en parte de su vida diaria,como si se tratase de un integrante más de su familia.
El fanatismo ha roto relaciones de pareja, distanciamiento con los hijos, problemas con familiares y amigos, al momento de la euforia olvidamos que después de un partido se gane o pierda seremos los mismos, al día siguiente deberemos trabajar, estudiar y la vida no cambiará por un trofeo más.
En cambio el aficionado disfruta del encuentro, sufre al momento, puede generar un sentimiento de tristeza o alegría al ganar o perder (depende el caso), sin embargo, al finalizar el partido sabe que la vida así es, unas te tocará celebrar y otras ocasiones no será así, y a ciencia cierta sabe que también de las derrotas se aprende y el deporte y más el fútbol es tan lindo que siempre se tiene la oportunidad de revancha
El deporte entretiene, distrae y ojalá enseñemos a nuestros hijos que la rivalidad solo existe en el terreno de juego al pitar el árbitro todo termina y las emociones pasan a un segundo término
Imagínense a su servidor del Guadalajara, mi hija de 10 años le va al América (Antichiva) y mi hijo de 7 años al Atlas.
Lo más hermoso de todo esto es que ellos eligieron por libre albedrío y siempre respetaré y apoyaré su decisión.
Quinceañera cambió su fiesta por conocer a los jugadores de Chivas
