Porque muchos lo pidieron, Miriam Verdecia abre las puertas de su casa a las cámaras de Extranormal para que ustedes puedan ser testigos en lo que en ella resguarda, humo de tabaco y colores ,cocos y caracoles habitan la casa Verdecia.
Daremos en exclusiva para Extranormal un recorrido sensorial a puerta cerrada dentro de la casa de Miriam Verdecia, quien nos mostrará sus más íntimos secretos, imágenes, santos, fetiches y toda clase de objetos que ella utiliza para contactar con los muertos.
Y es frente a lo que se le conoce como la Santa Muerte en donde empieza este recorrido.
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Los perros ladran, están asustados y tienen un aullido muy peculiar y no es normal que los animales hagan este tipo de ruidos.
“Muchas personas que vienen a mi casa ven a la Santa Muerte y se me quedan viendo o si no suben, la ven y se asombran, pero todo mundo sabe que soy religiosa, yo respeto todo tipo de religión y aquí en México se adora mucho a la Santa Muerte, entonces cuando vengo, porque en mi país no se estila, pero en esta religión le decimos Santa Muerte porque se encuentra en la entrada del cementerio, ella recibe a los muertos”, explica Miriam Verdecia para las cámaras de Extranormal.
Pero son los objetos que rodean a esta Santa Muerte los que nos llaman la atención.
“En mi religión hay un signo que en la vida real, no diré el signo porque eso es para los santeros y uno se puede disgustar si revelo esos secretos, pero se pone el mono, se le pone una cadena y dice el refrán “juega con la cadena pero no con el mono” que quiere decir: “no te metas conmigo porque no me conoces”, entonces hay gente que tiene problemas, enemigos, y entonces les digo que pongan un monito colgado”, dijo Miriam.
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Nos adentramos a la casa Verdecia con la luz de las velas
Iluminando nuestro recorrido únicamente con la luz de las velas es como nos adentramos a la casa de Miriam, en donde encontramos una especie de altar de los santos, al momento en el que escuchamos un ruido al cual Verdecia aseguró que era porque los muertos se estaban manifestando mientras se cerró una puerta.
“Ellos se están haciendo sentir porque quieren que sepan que están aquí. Tengo una cola de caballo que se usa porque es una de las armas para la guerra”, dijo Miriam.
Pero observen de nuevo, justo unos segundos después de que la cámara de visión nocturna comenzó a fallar, pareciera que Francisca, una muñeca, se mueve, pero es en el momento en el que Miriam habla de sus santos que sucede algo inexplicable.
Joe Herrera vio cómo se apagó la vela, lo cual le provocó intensos escalofríos. En este punto, Miriam nos abre las puertas de su consultorio, donde la vibra y la energía que se sentía al estar parado ahí, traspasaba hasta los huesos.
“Viene gente que está muy enferma, otro que la mujer o el marido se le fue, otro que le hicieron brujería, algo peor o un fetiche, entonces vienen aquí a buscar ayuda y entonces yo al trabajar siempre algo se queda ahí, por mucho que yo haga, siempre se quedan las cosas, eso es lo que tú sientes”, le dijo Miriam Verdecia a Joe Herrera.
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