“Ahhh, ahhhh....me quedo sin aire, no me quiero morir”, suplicaba Dante.
La imagen es sumamente dramática, no es un adulto el que está en el piso, es un niño de apenas 12 años tendido sobre la banqueta, suplicando sobrevivir.
Dante Emiliano recibió dos disparos en el abdomen y, rodeado de adultos intentando salvarle la vida, suplicó así, literalmente: “No quiero morir”.
Los hechos ocurrieron en pleno centro de Paraíso, Tabasco. Ahí, delincuentes armados a bordo de un automóvil se aproximaron a Dante e intentaron secuestrarlo. Pero, asustado, el chico intentó correr. Fue ahí cuando estos cobardes desalmados le dispararon en tres ocasiones para retenerlo contra su voluntad.
Le presentamos un hecho irritante, un suceso que no debería ocurrir. Es el caso del asesinato de #DanteEmiliano. Un muchacho de 12 años que víctima de la #inseguridad que impera en #Tabasco. De la impunidad con la que actúan los criminales que intentaron secuestrarlo. De la… pic.twitter.com/UfT3xlPjEM
— Tv Azteca Jalisco (@TVAztecaJalisco) May 24, 2024
“Pues yo cuando salí nada más vi al niño ahí tirado, llorando y gritaba que no lo dejaran morir. Nadie lo levantaba para auxiliarlo, nadie. Estaba el montón de gente y nadie lo auxilió”, expresó la abuela.
Después, curiosos, vecinos y familia se acercaron a auxiliarlo y llamaron a una ambulancia, pero tardó media hora en llegar.
Este hombre intentó cubrir la herida pero en realidad no sabía qué hacer.
“Yo nunca en mi vida había visto todo eso que pasó, pues. Entonces, pues yo ya estaba cerrando mi establecimiento cuando surgió este problema del niñito, pues, digamos, dale ánimo pues”, comentó Manuel Almeida, testigo.
Ya en su traslado al hospital, Emiliano iba inconsciente. El lugar estaba apenas a 10 minutos de donde ocurrieron los hechos.
“Ya cuando vino la ambulancia mi niño no gritaba”, expresó la abuela.
Emiliano ingresó con graves heridas internas y desangrado 40 minutos después. Lamentablemente, falleció.
“Nosotros hicimos todas las maniobras para mantener la vida, de acuerdo, pero el niño se deterioró inmediatamente porque los balazos destruyeron grandes vasos. O sea, fueron dos balazos, uno salió y uno se quedó, entonces rebotan y lo que hacen es que destruyen, rompen arterias, venas, se desangran”, mencionó Rodolfo.
48 horas después, la policía no tiene detenidos. Hartos, molestos, indignados, con rabia, los padres de familia, vecinos y amigos exigieron justicia para esta impunidad que escala y escala y México sigue sin respuesta.
“La falta de fuerza de las autoridades, realmente creo que eso es. Maquillan todo para que ellos puedan salir bien librados de todo eso que a veces ellos mismos provocan. Hay mucha problemática con la ley de Paraíso, no hay seguridad”, agregó habitante de la zona.
Los asesinos de Dante Emiliano hoy están libres. Le partieron el futuro a una familia, acabaron su vida cotidiana. Y a ellos, como a muchos, los sigue abrazando la impunidad y están cobijados por autoridades que poco o nada han hecho para brindar seguridad, dar resultados y evitar que un pequeño de 12 años muera.
Te podría interesar: Fany Padilla busca mejorar la infraestructura educativa para los estudiantes en El Salto