Esther busca a quien fuera su hija adoptiva hace 40 años; la madre biológica se la llevó
La familia de Esther cuidó de Cuquita durante dos años debido a que la madre biológica fue acusada de robo.
Ella es madre de 14 hijos, 13 de ellos biológicos y uno que crió como si su sangre corriera por sus venas. Hoy, después de 40 años, todavía hace falta en el núcleo familiar.
Cuca era una mujer en situación de calle, con una responsabilidad muy grande: la de ser madre en un mundo lleno de necesidades. Esther y su familia le brindaron apoyo en momentos difíciles.
“Hicimos algo de amistad porque yo a veces le sacaba algo así para comer, incluso a veces la invité a pasar. Como que no me daba confianza, a veces porque como que se veía un poquito mal de su facultad. Me dio mucha ternura la niña porque estaba muy chiquita”, comentó Esther Figueroa.
“Luego como que se involucró en algo, robó o no sé qué, de eso ya no me di cuenta hasta cuando una de sus vecinas me llevo a donde estaba y que le dejó dicho que me llevara a la niña”, explicó Esther.
“Ay, pues me ganó y me la lleve. La cuidamos en lo que pudimos, incluso a veces yo le daba de mí, de comer. Después ya fue creciendo más la niña, le fui dando papilla al igual que a ellos, y ahí iba creciendo la niña muy bonita, y hasta eso era muy obediente, se dio a querer con nosotros, y pues yo dije aquí la vamos a tener, va a estar bien con nosotros, mejor a que la trajera por allá en el frío y con todo lo que implica andar en la calle”, comentó Esther.
Cuca, madre biológica de la niña, pronto regresaría a retomar su papel como si nada hubiera sucedido.
“Después de dos años ya salió y dice: ‘ya me dieron libre, ya vine por mi niña’, le dije que poco a poco se la fuera ganando porque para ella usted va a ser una desconocida, ya nos identifica a nosotros como su familia”, agregó Esther.
Esther y su esposo, Enrique hacían todo lo que podían para mantener a su familia, un día, mientras trabajaban, Cuca regresó a su hogar mientras ellos no estaban.
“Que dijo, que solo se la iba a llevar a dar la vuelta para que la fuera conociendo y que la niña iba llorando, no se quería ir con ella, total que se la llevó. Ya cuando llegamos me dijeron mamá, doña Cuca se llevó a Cuquita, se la llevó que a dar la vuelta y no ha llegado, y pues no volvió ya”.
“Nos acordamos seguido y pues para nosotros era una hija más, el otro día estaban los muchachos, oye mamá, cómo estará Cuquita, vivirá, sobrevivirá, o qué pasaría con ella”, puntualizó Esther.
Cada Mañana se une a la búsqueda de María del Refugio Leaño Solís, el único recuerdo que tienen de ella es una fotografía. En un ejercicio, obtuvimos esta imagen que nos muestra cómo podría verse en la actualidad. Si tú la conoces, cuéntale esta historia, quizás ella también esté en la búsqueda de su familia.
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