Ya es diciembre, ya hubo lluvia de estrellas y hasta eclipse solar, la corona de adviento está a punto de prender su tercer vela y las posadas y pastorelas a la orden del día, lo que es sinónimo de que las reuniones navideñas y víspera de la Nochebuena nos espera.
Algunas tradiciones navideñas llegaron a nosotros por la conquista y los nuevos colonos, así como la convivencia con otros países, en este apartado se destacan el arbolito de navidad , los villancicos y el muérdago.
El muérdago
El muérdago es una planta que existe en mitos y leyendas a partir del siglo XVII en países europeos y escandinavos, proliferándose alrededor del mundo conforme pasaban los años.
El “Viscum álbum” o “arfueyu” mejor conocido como “muérdago” es una planta que crece sobre varios tipos de árboles como el manzano, el roble, el pino y el olmo de hojas redondeadas con bolitas rojas o blancas.
Se cree que los druidas sabían de sus propiedades nutritivas y reconstituyentes y por ello la llamaban una “planta mágica”, de hecho, era utilizada para protegerse de rayos, maldad, enfermedades, promover embarazos… O hasta hacía invisible a las personas. Fue hasta los italianos que pensaron en sus poderes “románticos” para besarse bajo ella en señal de que nunca te separarías de un ser querido.
La leyenda del muérdago
Tiene origen en el siglo XVII en Escandinavia que venía de la cultura Celta, pues era una planta sagrada druida, siendo una hierba de uso particular para los sumos sacerdotes, maestros y jueces de Irlanda y Gran Bretaña, así como el norte de España porque se suponía que tenía funciones para adivinar.
La teoría de su magia radicaba en que sus hojas (semi parasitarias, cabe destacar), se mantenían verdes todo el año, así que por ende se asoció a sentimientos estables como la paz y el amor, de hecho, bajo esta planta se celebraban matrimonios y treguas de batalla.
Un siglo después, el muérdago llegó a la Navidad y adquirió un sentido romántico, ya que los italianos creían que los amores jóvenes bajo la planta no podían negarse al influjo de darse un beso y de ahí a iniciar una relación romántica, para el siglo XIX en Europa un beso bajo el muérdago ya se consideraba una petición formal de boda y una predicción de matrimonio.
¿Por qué se cuelga el muérdago?
Como se relaciona con cuestiones puras y de sentimientos, así como de trascendencia se supone que una vez cortado no debe tocar el suelo, así que permanece colgado en los hogares como protección y símbolo de amor. Además, desde su crecimiento sus raíces están enredadas entre las primeras ramas del tronco del árbol, (abeto, generalmente), así que jamás tocan el suelo tampoco en su crecimiento.
Para que surja mayor efecto esta tradición debe estar colgada en la planta en el umbral de la puerta en Nochebuena, creyéndose que si se besa bajo el muérdago encontrará el amor o lo conservará por mucho tiempo.
¿Cuándo se pone el muérdago?
El muérdago que se cuelga en Nochebuena se deja hasta el 13 de diciembre del año entrante, tiempo en el que se supone que recogió las malas vibraciones y hechos negativos acontecidos en la casa o a sus habitantes, quemando con el fuego los males y “purificando”. Así mismo, el nuevo ramillete se coloca el mediodía del 24 de diciembre.
¡Ojo! Para que el muérdago funcione mejor la tradición celta indica que debe ser regalado o intercambiado, es decir, yo compro uno para ti y tú uno para mí, colgándose en la entrada, en el recibidor, sobre la repisa de la chimenea o hasta en el árbol de navidad.