Tamales de “pedo” y atole de “nalga” para Día de Muertos

Hoy te traemos dos opciones complementarias que si bien, tienen nombres raros, saben extremadamente rico y seguramente quienes lo prueben querrán repetir.

Jessica Martin
Arte y cultura
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atole y tamales

El Día de Muertos está acompañado de calaveritas de azúcar, pan de muerto, altares, ofrendas, calaveras, catrinas y catrines, sones, cempasúchil, olor a incienso y vibrantes colores que bañan a todo México.

Si bien, esta tradición ha sido popular desde la época posterior a la conquista, la realidad, es que sus raíces, como ya lo hablábamos en la nota sobre el origen del pan de muerto , (donde además para los golosos compartimos la receta), la realidad es que tiene sus orígenes en la época precolombina con la idiosincrasia de las comunidades indígenas, siendo ésta, una de sus tradiciones más antiguas e identitarias que nos conforma como “mexicanos”.

Recetas tradicionales de la Víspera de Todos los Santos

Las semillas, son el principal elemento en la ofrenda de los pueblos indígenas y en la elaboración de este Tamal, se integran algunas como: maíz, frijol y calabaza pipiana, (utilizándose únicamente sus semillas que se conocen como pepita verde).

Así pues, uno de los alimentos más representativos en México, es el tamal, y en la temporada de muertos, también se integran como parte de las ofrendas, por esa razón, investigamos y encontramos que hay dos recetas exclusivas del día de Todos Santos: los tamales de “pedo” y el atole de “nalga”.

tamales

Tamales de “Pedo”

· 1 kg de nixtamal o masa para tamales.
· ¼ kg de pepita verde.
· ½ kg de frijol negro.
· 5 hojas grandes de acuyo (Hoja Santa), cortadas en 4 partes c/u.
· 1 manojo de hoja de plátano, para 20 tamales.
· 150 gramos de manteca.
· ½ litro de caldo de pollo.
· 2 cebollas.
· 3 dientes de ajo.
· Sal al gusto.
· 50 gramos de chile chipotle.
· 1 kg de jitomate.
· 1 pizca de cominos.
· Aceite para guisar.

Para la preparación, primero vamos a hacer los frijoles negros con el procedimiento habitual, limpiando, dejando a reposar e hirviendo los frijoles en olla con agua, ajo, cebolla, cilantro y sal al gusto. Ya cocidos, los dejaremos escurrir y entibiar.

Después, comenzaremos a hacer el pipián, este es un procedimiento muy sencillo en el que sólo necesitaremos tostar la pepita, los ajos, un trozo de cebolla en un sartén con aceite caliente o un poco de manteca. Después, cuando todo adquiera un tono dorado, (sin quemarse), todo se molerá en licuadora o metate, (cada quién elige sus batallas), para después agregar algo de caldo de pollo hasta que todo tenga una consistencia homogénea.

Dejando eso hecho, vamos a preparar la salsa de chipotle, la cual es rápida de preparar y requiere que todo lo demás ya lo dejemos en sus respectivos moldes y lejos de lumbre o procesadores. Para este punto vamos a hervir los chiles y el jitomate, después los molemos y les añadimos poquito comino y orégano o laurel.

Finalmente, para ya tener el relleno de nuestros tamales, vamos a calentar aceite o una pizca de manteca en una cazuela y una vez entibiado depositaremos sin dejar de remover con una pala de madera el pipián, después, vaciaremos la salsa de chipotle y menearemos hasta que ambas estén bien unidas, (esto podría demorar unos 15 minutos a fuego medio – bajo, aproximadamente).

Cuando eso ya queda, se agregan los frijoles a la salsa, previamente escurridos y se dejan hervir.

Hecho lo más laborioso, viene lo sencillo, haremos la masa, para esto necesitamos mezclar la masa con la manteca, el agua y sal al gusto, revolviendo hasta que todo quede bien unido y sin parar para evitar que aguade.

Mientras estamos en eso, las hojas de plátano se cortan en tramos de 15 x 15 cm, y se ponen al fuego para ablandar la hoja y evitar se trocen al envolver. (O las compras cortadas y azadas del mercado, para “evitar la fatiga”).

Por último de esta receta, vamos a poner las hojas sobre una base plana, añadimos una porción de masa que se extienda por toda la hoja (dejando sólo un pequeño margen arriba y abajo), y ponemos en el centro una cucharada de relleno, agregas un trozo de hoja santa y se envuelve cuidadosamente.
Esto lo haremos por todo lo que nos dure la masa y el relleno, (que según nuestros cálculos deberían ser unos 20 tamales en total). Al tener todas las piezas, se acomodan en una vaporera con un poco de agua, y se cosen durante tres cuartos de hora… ¡Y a disfrutar!

atole

Atole de “Nalga”

Esta bebida es una de las tradiciones más destacadas del estado de Veracruz y lo que lo caracteriza, es que se prepara a base de maíz negro. El atole, es una de las bebidas más emblemáticas del país y, en estas fechas, se vuelve toda una tradición el tema del atole de nalga, por su color y su increíble sabor, que lo acompañan con piloncillo.

Para su elaboración necesitaremos:
è ½ kg de masa azul.
è 1 rajita de canela.
è 1 Piloncillo.
è 1 litro de agua.

Su preparación, es bastante simple, pues es muy similar a todos los atoles que solemos hacer en casa, primero vamos a colocar la maza en un recipiente, dejarla reposar con la finalidad de agriar la masa, (por un día completo).

Después, disolveremos al día siguiente la masa agria sobre el agua hasta que sea totalmente aguada. Mientras en otro molde hervimos el litro de agua con piloncillo y canela, ya que hierva agregaremos la disolución de la masa y removeremos enérgica y constantemente durante cuarenta y cinco minutos en círculos con una cuchara o pala de madera.

Estos dos platillos, típicos de Veracruz son una excelente opción para la ofrenda y además, un delicioso halago para los vivos que nos acompañarán en la celebración del 02 de noviembre .

Y aunque el nombre resulte entre feo y burlón, prometemos que el sabor será inigualable y exquisito.

Deliciosos y renovados tamales modernos

[VIDEO] Aunque el concepto es el mismo al tradicional tamal mexicano, esta familia encontró la manera de renovar la receta y hacer tamales modernos.

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