En México una flor entrañable y digna de mención por sus exuberantes colores y frondosos tallos con hojas verde intenso es la “Nochebuena”, cuyo nombre científico es “euphorbia pulcherrima” que del latín al español significa “la más bella”.
Sobre los orígenes de la Nochebuena
Flor de Nochebuena tiene otros nombres como “flor de Pascua”, “estrella federal” y “pastora”. Por su parte en náhuatl se le conocía como “cuetlaxóchitl” que al español podría traducirse como “flor que se marchita” o “flor de cuero”.
Esta flor que habitualmente es roja también tiene variedades amarillo pálido y rosa, que para los pueblos originarios de México tenían profundos significados, por ejemplo, para los mexicas simbolizaba la pureza e incluso una muestra de la vida nueva que obtenían los guerreros luego de haber muerto honrosamente en batalla, (porque esta flor solía crecer en los campos en donde habían sucedido las batallas).
De hecho, había una leyenda, en la que se pensó que los guerreros volvían a la tierra a libar las mieles de esta planta, lo que de hecho fomentó que las flores se pusieran en los altares dedicados a su memoria.
Usos de la flor de nochebuena
Se sabe que fue Nezahualcóyotl quien fundaría el primer jardín botánico que se conoce en el país, en donde colocó todas las flores conocidas hasta el momento y en sus paredes pintó aquellas que no pudieron conseguir para que hubiera avistamiento de ello.
Cuando llegaron los españoles, se dieron cuenta que este jardín botánico más allá de un espacio ornamental, también servía como cultivo para flores que usarían como medicina, alimento, parte de ceremonias y rituales.
Particularmente la nochebuena se empleaba en varias celebraciones, particularmente en la llamada “Tlaxochimaco”, (la del noveno mes), que era referida a Huitzilopochtli, el Dios de la Guerra, asociado al Sol.
Así mismo, los aztecas la cultivaban para extraer de sus pétalos machacados tinta de un vibrante color rojizo para sus textiles y cueros, mezclados con la resina de los pinos y otros elementos diversos. Incluso, como fomentos su sabia machacada se usó para tratar fiebres o enfermedades cutáneas.
Según el médico y botánico español Francisco Hernández de Toledo, por el siglo XVI la también llamada “cuetlaxóchitl” era usada también para aumentar la leche en las mujeres que amamantaban. (Aunque actualmente se prohíbe su ingesta por provocar diarreas y vómito).
Creencias que trascendieron de la Nochebuena hasta hoy día
Al llegar la época de la Colonia, los frailes franciscanos que se habían asentado en el país, comenzaron a usarla como adorno para iglesias y nacimientos, ya que la época de mayor apogeo era justo en el tiempo de la navidad coincidente con el invierno , al igual que simbolizaba la pureza y la nueva vida para los pueblos originarios y coincidía perfecto con la historia del nacimiento del salvador.
Dicho uso trascendió generaciones, ya que tras la colonización la Nochebuena se volvería parte de la celebración cristiana de la navidad y se extendería por México y el mundo como parte de los símbolos de esta época decembrina.
Características de la flor de Nochebuena
La flor de nochebuena es de la familia de las plantas “brácteas” que suele caracterizarse por los diferentes colores y formas en las que se manifiestan en sus pétalos, pues puede haber combinaciones de rosa, amarillo, blanco, rojo y diferentes tonos intermedios en su floración.
Si bien, se cree que la flor son los pétalos que hay alrededor, lo cierto es que la que lo es, es el pequeño botón amarillo al centro, protegido entre las hojas.
En el hemisferio norte florece durante noviembre y diciembre, y su popularización en la zona norte de América y en todo el continente de Europa, además de por los frailes y sacerdotes católicos, fue ayudaba también por Joel Robert Poinsett el primer embajador de Estados Unidos en México en el siglo XIX, quien la llevaría de vuelta a su país y en algunos sitios después la conocerían como “poinsettia” o “poinsetia” en su honor.
Ya sea “poinsetia”, “flor de pascua”, “nochebuena” o “cuetlaxóchitl”, el caso es que esta flor vibrante enamora a propios y ajenos dispuestos a celebrar la navidad e incluso convence a algunos de decorar sus
árboles de navidad
con ella.