¿Qué tienen que regalar? Esto dice la Iglesia Católica sobre el papel de los padrinos en un bautizo, primera comunión y confirmación
Ser elegido como padrino o madrina de un niño o adolescente, para celebrar uno de los sacramentos de la Iglesia Católica, conlleva una gran responsabilidad.
Cuando una familia va a bautizar a un bebé, o un niño o adolescente va a realizar la Primera Comunión y la Confirmación, se debe elegir un padrino o madrina. La decisión es importante por el simbolismo que representa.
El padrino o madrina, suele decirse, son como segundos padres o madres de sus ahijados, por lo que tienen que mostrar su apoyo moral y espiritual, por tratarse de la celebración de sacramentos de la Iglesia Católica.
Sin embargo, nunca faltan las dudas sobre la cuestión económica. ¿El padrino tiene que cooperar con el festejo del ahijado? ¿Está obligado a darle un regalo por haber realizado su sacramento?
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¿Cuál es la función de un padrino según la Iglesia Católica?
En el libro del Derecho Canónico, el Vaticano estipula que la función de un padrino o madrina es acompañar al ahijado en el cumplimiento de los valores cristianos, para que de esta manera se convierta en un adulto que dedique su vida a Cristo.
Para poder ser padrino de bautizo, Primera Comunión o Confirmación, es necesario ser mayor de 16 años, ser católico, estar confirmado y llevar una vida congruente con la fe que profesa.
En el caso de la Confirmación, el Vaticano recomienda escoger como padrino o madrina a la misma persona que asumió esa responsabilidad en el bautismo, pues de esa manera se reafirma su compromiso en la promulgación de los valores cristianos.
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¿Qué tienen que regalar los padrinos o madrinas?
El Vaticano no menciona en sus leyes que los padrinos estén obligados a ofrecer un regalo a sus ahijados, pues, como ya se dijo, su principal obsequio es poner el ejemplo de llevar una vida con valores cristianos y ofrecerle su apoyo moral.
Sin embargo, se acostumbra que el padrino sí ofrezca un regalo a su ahijado, como una medallita de algún santo. En el caso de bautizo es una tradición que en la fiesta lance el “bolo” de monedas a los niños, o que le compre el ropón a su ahijado.
Para Primera Comunión y Confirmación puede variar el regalo, aunque también se acostumbra a que se obsequie una medallita religiosa, una pulsera con algún grabado simbólico o un ejemplar de la Biblia.
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