Comer es un placer y a todos nos encanta poder disfrutar de nuestros sagrados alimentos, siendo sin duda un gusto que podemos darnos solos o acompañados, ya sea para desayunar, comer o para cenar cosas tan complejas como cangrejo o tan sencilla pero exquisita como unos tacos al pastor o de suadero.
Lo que sí, es que en ocasiones hay algunas reglas de etiqueta en la mesa que debemos tener en cuenta, por ejemplo, que los cubiertos en la mesa tienen un significado más allá de su propósito de ayudarnos a comer bien.
¿Cómo debo acomodar los cubiertos en la mesa?
Según los expertos en buenos modales y protocolo en una mesa formal todos los cubiertos deberán estar a más o menos 4 centímetros del plato, y aunque pueda haber hasta dos o tres de cada uno, (cuchara, tenedor, cuchillo), siempre deberás iniciar a comer con los más alejados de la mesa.
Los cubiertos se deben colocar del lado izquierdo del plato los tenedores y derecho cuchillos, (tanto el pequeño de entradas así como el tradicional de mesa con “dientitos” y punta redonda) y la cuchara, (esta última al final sólo si habrá un caldo, sopa o gazpacho en el menú).
Del lado superior derecho del plato, (sobre la cuchara y los cuchillos), se debe situar dos copas una para vino blanco y otra para vino tinto, y en el extremo más alejado una más pequeña que es para agua simple.
Finalmente, sobre el extremo superior del plato hacia el centro de la mesa se pondrán de forma paralela al plato un tenedor y una cuchara pequeños para el postre, y a la izquierda de estos el plato del pan y quizás un cuchillo pequeño con forma más bien de espátula para la mantequilla.
El lenguaje de los cubiertos
Ahora que sabes cómo se coloca una mesa y para qué sirven cada uno de los utensilios que ahí se disponen, podemos pasar al segundo punto: ¿qué podemos decir con los cubiertos en la mesa?
En palabras simples podemos señalar cinco cosas: pausa de alimentos, siguiente plato, terminado o satisfecho, no me ha gustado o me ha encantado.
1. Pausa: los cubiertos se ponen sobre el plato sesgados en los extremos, (tenedor de un lado y cuchillo del otro), formando un ángulo de 90° sin que los mangos toquen el mantel o mesa.
2. Terminado: ambos cubiertos van al centro del plato de forma paralela ya sea en posición horizontal o vertical, señalando que ya se está satisfecho.
3. No me ha gustado: es prácticamente igual que la de “pausa” pero se mete la punta del cuchillo entre los dientes del medio del tenedor, si bien es “válido” no suele ser precisamente “amable”.
4. Siguiente plato: se ponen los cubiertos sobre el plato formando una cruz, el mesero sabrá que puede retirar lo que se está comiendo, independientemente de si queda un poco o nada.
5. Me ha encantado: para señalar que nos gustó mucho la comida puedes poner los cubiertos en paralelo entre ellos y el borde de la mesa con el mango de ambos hacia tu izquierda cuando estás sentado.
Si bien, estos gestos son universales, lo cierto es que nunca está demás hacer una indicación simple al mesero levantando la mano hasta que esté a la altura de nuestra cabeza con dos dedos alzados y el resto de la mano ligeramente cerrada para llamar la atención y que el servidor pueda proceder a la mesa y en ello comentarle lo que queremos: retirar el plato, felicitar, agradecer o solicitar incluso un cambio en el platillo.
