¿Conoces el Panteón de Belén ubicado en Guadalajara?

Este panteón forma parte justamente de este complejo arquitectónico que es el antiguo Hospital Civil, el jardín botánico y el panteón de Belén. En 1896 cerró a las inhumaciones y ya no es posible entrar. El mausoleo está considerada como la primera rotonda de los hombres ilustres porque obviamente ahí reposan los restos de personajes importantísimos para el propio sujeto, cómo te repito es uno de los elementos más importantes que vamos a conocer.

Desde el siglo XIX es un muestrario de la arquitectura funeraria de diversas épocas, pues personajes destacados de la política, educación, ciencia, música y literatura fueron enterrados en este cementerio. El sitio estaba dividido en dos secciones, los de clase alta y los de clase baja.

Beatriz Domínguez Plaza, coordinadora de museos de Guadalajara, menciona que fue consagrada en un elemento arquitectónico muy importante por sus características la capilla de velación y considerada la primera rotonda de los hombres ilustres. Se dice que bajo la estructura dónde está la cripta estuvieron los restos de personajes tan importantes como Enrique Díaz de León Ramón Corona Jacobo Gálvez y que ahora han sido trasladados a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.

Donde se colocaba la persona difunta en la plancha y platicamos un poquito de los elementos que estamos viendo ahorita con este es un altar y las personalidades que no eran importantes en la sociedad posteriormente descansaron sus restos en este espacio. Aquí se ve este altar donde se ponían todas las cuestiones que tienen que ver con la religión de Dios, veladoras, agua bendita, en este espacio donde se llevaba la velación.

Alejandro Bernal, guía del panteón de Belén, menciona que el árbol del vampiro es una de las leyendas más representativas del panteón de Belén. Aunque sea de día o de noche la gente viene a rasparlo o le encaja un cuchillo porque parte de la leyenda menciona que cuando empiezan, una rama que fue tallada de tal forma que quedara en forma de una estaca y al enterrarla simboliza el acto de matar vampiros incrustando en el corazón.

Al atravesar todo el cuerpo del supuesto vampiro y tocar la tierra fértil del lugar fue creciendo a lo largo y ancho. Por eso la tumba el vampiro mucha gente hecho parte de la leyenda y es por eso que le rascan que si trazas un órgano arrancas una hoja o le restas en el tronco la sangre la cual pertenece al vampiro.

Una de las leyendas más emblemáticas es la de Ignacio Torres Altamirano mejor conocido como Nachito le vamos a dar esta ofrenda este caballito porque nos va a permitir platicar de él con muchísimo respeto y le teme a la oscuridad platícanos.

“Porque él tenía nictofobia noches para saludar a dormir le ponían lámparas de petróleo quinques para que un niño conciliar el sueño y descansará lamentablemente dejan un ventanal abierto se viene una tormenta se 24 de mayo de 1882, el niño muere de un infarto por el miedo que le provocó la oscuridad me entierren aquí 10 días seguidos de haberlo enterrado su cajita aparece aquí por ellos sus padres recuerdan el miedo que le quedaba obscuridad le mandan hacer es efecto de cantera el cual tiene esa pequeña ranura para que en el día el sol que sale del Oriente y se oculta al poniente ingrese por ahí en las noches desamarrar antorchas el velador para que Nachito pudiera descansar en paz y el hecho de los juguetes se debe a que una mujer era bruja ella que su cuerpo ya estaba descansando porque de día y de noche estaba iluminado sin embargo su espíritu no no dejará solo trae un trompo y un balero y a partir de la fecha lo que tú ves”, Alejandro Bernal.

La idea de fray Antonio Alcalde de construir este panteón fue porque en 1786 hubo una hambruna generalizada en Guadalajara que desembocó en un número exorbitante de muertos y los problemas de insalubridad y contagio se volvieron imperantes.

El panteón de Belén tiene 1600 gavetas aproximadamente más de 2000 tumbas hasta el momento no hay una contabilidad de cuántos restos humanos descansan en este camposanto todo esto está protegido por el instituto nacional de antropología e historia.

Con información de: Jorge Kirschner.